MINUTO DOMINICAL

“¡Vive!. Nosotros somos testigos”

Domingo 23 de Marzo 2008

Domingo de Resurrección del Señor: Lectura Dominical: San Juan 20, 1-9

Cristo vive. "Nosotros somos testigos". (Hech 10, 41: primera lectura). Ha partido un ser querido. Muy querido. Juan el discípulo amado, que así se denomina porque así se siente con Jesús. María de Magdala, mujer discípula y seguidora de Jesús, que lo ama profundamente, porque ha recibido de Él, el don del perdón (Lc 7, 36-50; Mc16, 9-11), que lo ha seguido y estaba al pie de la cruz, con Juan y María la Madre de Jesús (Jn 19, 25-26). Pedro, el primero entre los Doce. Privilegiado en el amor y perdón de Jesús: "me amas más que estos" (Jn 21' 15). Tres testigos. Tres amores de Cristo. Tres discípulos. Tres experiencias de Cristo vivo, cercano, vivencial, vital.
La resurrección de Cristo no es la reanimación o vuelta a la vida de un cadáver, como lo que hace el mismo Jesús con Lázaro o con el hijo único de la viuda de Naim (Lc 7, 15). La resurrección de Jesús es el paso del mundo presente al mundo futuro, a una nueva realidad, la entrada definitiva donde viviremos plenamente con Dios una existencia corporal transfigurada.
Estas tres personas. Tres vidas concretas; conflictivas, con tensiones y problemas o santas y pacíficas viven la resurrección del señor: Juan: el discípulo amado, animador y guía de varias comunidades, mártir y testigo fiel; amigo verdadero del maestro. "vio y creyó". y toda su vida fue un testimonio del resucitado. María: pecadora, liberada por Jesús del mal; de mala fama; despreciada por sus conciudadanos y conocidos; marginal; con muy poco en su haber para ser discípula Y es la primera: "El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro". Fue la primera en vivir la resurrección, y palpar la vida nueva del Señor; del Maestro. Pedro: fogoso, temperamental" Aunque todos pierdan su fe en ti yo no la perderé" (Mt 26, 33). "Pedro lo negó delante de todos diciendo: no lo conozco" (Mt 26, 70). "Pedro, entró y creyó"
Y Usted,... ¿lo ha encontrado vivo; ha ido al sepulcro; lo considera muerto. Ha experimentado su resurrección en su vida? Fiel como el Discípulo Amado; pecador como María; Débil como Pedro: para Usted, para mi, Cristo ha resucitado. I Cristo vive¡ ¡Feliz Pascua de Resurrección¡


P. Esteban Merino Gómez, sdb.