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24 ene 2009

MINUTO DOMINICAL




“El Reino de Dios en la ciudad”
25 de Enero de 2009: Ciclo Anual “B”
Evangelio de San Marcos 1, 14-20

Los discípulos llamados en el Evangelio de este Domingo: Simón, Andrés, Santiago, Juan,.. y todos los otros: Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago de Alfeo, Judas Tadeo, Simón Cananeo,.. escuchan la proclama: >“El tiempos se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. Se está comenzando a narrar, a comunicar, la Buena Nueva, la Buena del Evangelio. La Primera Noticia se escucha en las tierras de Galilea; allí proclamaba Jesús la Buena Noticia. Allí, junto al lago inician el canto que seguimos entonando hoy al escuchar la invitación: ¡Síganme¡ Yo los haré pescadores de hombres. No tenían mucho; una barca y unas redes, pero Dejando su redes, ..la barca, a su padre Zebedeo con los jornaleros,.. lo siguieron. Y comenzó en Galilea, en sus pueblos, ciudades y campos, a resonar la Buena Nueva: El Reino ha llegado; crean la Buena Noticia,.. Dios viene; nuevas relaciones nacen entre los hombres y mujeres de todos los lugares,… Ha llegado el tiempo.

Y de la rivera del Lago a las aldeas, pueblos y ciudades. De Nínive, que es necesario tres días para recorrerla (Primera lectura), y a la que es enviado el rebelde Jonás a anunciar el mensaje que yo te indicaré. A Corinto que Pablo (Segunda Lectura), junto a otras muchas ciudades, visita, anuncia la Buena Nueva, crea comunidades, escribe cartas; a nuestra ciudad de Santiago de Chile, a su ciudad, más grande que Nínive; con más población, tal vez, que todas las ciudades juntas que Pablo visitó. El Reino se Anuncia. Los apóstoles lo siguieron, cumplieron este mandato y anunciaron el mensaje en la ciudad, en las ciudades,..

En el tercer Milenio la Evangelización del Corazón de la Ciudad, del Corazón de Nuestra Ciudad sigue siendo la tarea y el desafío de los creyentes. Ciudades de millones de habitantes; atareados, cansados; con televisión, Internet, diarios; con dificultad para trasladarse en el metro o el bus. Ciudades tan grandes que casi nos parecen desconocidas, hasta para quienes vivimos en ellas; con gente, pero no con vecinos o conocidos; con ciudadanos anónimos. En ella estamos. Pero no solos. Vivimos en una calle, con otras familias; en una cuadra con otros vecinos y conciudadanos. En una Población o Comuna, donde casa a casa, familla a familia, calle a calle, se va haciendo la ciudad de la que somos parte. A esta ciudad como a Nínive, a Corinto, a Tesalónica, a Roma o Filipos, son, somos enviados los pescadores de hombres. Pero nuestra ciudad es nuestra misión, como lo fue Nínive para Jonás, Corinto para Pablo, Jerusalén para Santiago; Esmirna o Pérgamo para Juan. Es mi ciudad; debo caminarla como Jonás; Misionarla como Pablo; testimoniar mi vida creyente, y morir por ella, como Juan. Yo los haré pescadores de hombres. Santiago, Antofagasta, Punta Arenas, Ancud, ..nos esperan. ¿A qué ciudad irá usted? Saludos.


P. Esteban Merino Gómez, sdb.