“Si tuviera tiempo….”
01 de Marzo de 2009: Ciclo Anual “B” – Domingo Primero de Cuaresma.
Evangelio de San Marcos 1, 12-15
Si tuviera tiempo… Si tuviera 40 años para poder rehacer, reescribir, volver a vivir mi vida. Si tuviera 40 días para solucionar mi relación de pareja, mi trato con mis hijos,… Si tuviera 40 minutos para hablar con Dios, para repasar con Él mi biografía personal…Si tuviera 40 segundos para volver a atrás y cambiar esa decisión equivocada que cambio mi existencia. Si tuviera tiempo…. Si tuviera tiempo… ¿Qué haría???? . Cuarenta días: Cuaresma. 40 días duró el diluvio. 40 años vivió Israel en el desierto; en 40 días se prepararon Moisés y Elías para su encuentro con Dios; 40 días de ayuno de Jesús en el desierto; 40 días permanece Jesús resucitado lado de los discípulos antes de volver al Padre. Cuarentena, desierto, purificación, recuperación, sanación del cuerpo y del espíritu,..
Si tuviera tiempo… El Espíritu llevó a Jesús al desierto…. ..durante 40 días vivía entre las fieras,.. y encontró el tiempo de soledad, el tiempo del silencio, de volver sobre sí mismo, de tomar conciencia de sus luchas y caminos, de leer su vida, su propia historia, de verificar su frustración, su tentación, su opción y decisiones. De enfrentar sus diablos, mentiras y tentaciones. Fue tentado por Satanás. Zancadilleado, obstaculizado, incitado, casi pervertido. El tropiezo y la caída parecían inminentes. El abandono del camino elegido, de la opción tomada parecía posible y casi cierta. Era tiempo de lucha, de enfrentamiento, de opción. 40 días de prueba de calidad y de verificación de las propias opciones .
Si tuviera tiempo… Ahora es el momento. Ahora es el tiempo. Lo dice el mismo Jesús en su anuncio: “El tiempo se ha cumplido”. Es el tiempo de Dios, el “kairos”, tiempo lleno, tiempo pleno de su presencia y motivador de su búsqueda. Tiempo propicio, tiempo de la fe. ¿Cuarenta años para cambiar, transformarse, recomenzar la vida, cambiar de dirección (matánoia)? Dios dirá. ¿Cuarenta días? Eso esta a nuestra disposición. Mirando al final de este camino cuaresmal, la Pascua, la Vigilia Pascual, tenemos tiempo, es nuestro tiempo, para renovar nuestra Alianza de Fe como discípulos, la que nos dice Dios: Yo estableceré mi alianza con ustedes (Primera Lectura). EL bautismo por el que ahora ustedes son salvados (Segunda Lectura). Para renovar esta Alianza Bautismal es tiempo de Evangelio, de lectura meditada de la Buena Noticia. Tiempo de cambio de vida. De reconciliarnos en la familia, de acercamiento a la pareja. Tenemos cuarenta días. Tenemos Cuarenta minutos para dedicarle a la Semana a Dios, en la Eucaristía, en algún momento de revisión de vida. Tenemos Cuarenta minutos para dedicarle en la cuaresma un minuto al día para Dios. Tenemos cuarenta segundos al día, para levantar la vista y preguntarle: ¿Qué quieres hoy día Señor? Tengo tiempo. Tengo el tiempo de Dios. Dese su tiempo. Tómese su tiempo. No será tiempo perdido, será tiempo para usted, mismo si es tiempo para Dios. ¡Tengo tiempo¡ ¿Qué haré con mi tiempo cuaresmal? Conviértete y cree en la Buena Nueva. Un camino de cambio son la: OBRAS CUARESMALES
1. PENITENCIA: PRIVARSE DE ALGO SUPERFLUO
2. ORACIÓN: PERSONAL; EN FAMILIA, EUCARISTÍA.
3. SOLIDARIDAD: CAJITA DE CUARESMA.
4. RECONCILIACIÓN—CONFESIÓN
5. REENCUENTRO CON LOS HERMANOS DE QUIENES NOS HEMOS ALEJADO. PERDÓN.
Saludos.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.
01 de Marzo de 2009: Ciclo Anual “B” – Domingo Primero de Cuaresma.
Evangelio de San Marcos 1, 12-15
Si tuviera tiempo… Si tuviera 40 años para poder rehacer, reescribir, volver a vivir mi vida. Si tuviera 40 días para solucionar mi relación de pareja, mi trato con mis hijos,… Si tuviera 40 minutos para hablar con Dios, para repasar con Él mi biografía personal…Si tuviera 40 segundos para volver a atrás y cambiar esa decisión equivocada que cambio mi existencia. Si tuviera tiempo…. Si tuviera tiempo… ¿Qué haría???? . Cuarenta días: Cuaresma. 40 días duró el diluvio. 40 años vivió Israel en el desierto; en 40 días se prepararon Moisés y Elías para su encuentro con Dios; 40 días de ayuno de Jesús en el desierto; 40 días permanece Jesús resucitado lado de los discípulos antes de volver al Padre. Cuarentena, desierto, purificación, recuperación, sanación del cuerpo y del espíritu,..
Si tuviera tiempo… El Espíritu llevó a Jesús al desierto…. ..durante 40 días vivía entre las fieras,.. y encontró el tiempo de soledad, el tiempo del silencio, de volver sobre sí mismo, de tomar conciencia de sus luchas y caminos, de leer su vida, su propia historia, de verificar su frustración, su tentación, su opción y decisiones. De enfrentar sus diablos, mentiras y tentaciones. Fue tentado por Satanás. Zancadilleado, obstaculizado, incitado, casi pervertido. El tropiezo y la caída parecían inminentes. El abandono del camino elegido, de la opción tomada parecía posible y casi cierta. Era tiempo de lucha, de enfrentamiento, de opción. 40 días de prueba de calidad y de verificación de las propias opciones .
Si tuviera tiempo… Ahora es el momento. Ahora es el tiempo. Lo dice el mismo Jesús en su anuncio: “El tiempo se ha cumplido”. Es el tiempo de Dios, el “kairos”, tiempo lleno, tiempo pleno de su presencia y motivador de su búsqueda. Tiempo propicio, tiempo de la fe. ¿Cuarenta años para cambiar, transformarse, recomenzar la vida, cambiar de dirección (matánoia)? Dios dirá. ¿Cuarenta días? Eso esta a nuestra disposición. Mirando al final de este camino cuaresmal, la Pascua, la Vigilia Pascual, tenemos tiempo, es nuestro tiempo, para renovar nuestra Alianza de Fe como discípulos, la que nos dice Dios: Yo estableceré mi alianza con ustedes (Primera Lectura). EL bautismo por el que ahora ustedes son salvados (Segunda Lectura). Para renovar esta Alianza Bautismal es tiempo de Evangelio, de lectura meditada de la Buena Noticia. Tiempo de cambio de vida. De reconciliarnos en la familia, de acercamiento a la pareja. Tenemos cuarenta días. Tenemos Cuarenta minutos para dedicarle a la Semana a Dios, en la Eucaristía, en algún momento de revisión de vida. Tenemos Cuarenta minutos para dedicarle en la cuaresma un minuto al día para Dios. Tenemos cuarenta segundos al día, para levantar la vista y preguntarle: ¿Qué quieres hoy día Señor? Tengo tiempo. Tengo el tiempo de Dios. Dese su tiempo. Tómese su tiempo. No será tiempo perdido, será tiempo para usted, mismo si es tiempo para Dios. ¡Tengo tiempo¡ ¿Qué haré con mi tiempo cuaresmal? Conviértete y cree en la Buena Nueva. Un camino de cambio son la: OBRAS CUARESMALES
1. PENITENCIA: PRIVARSE DE ALGO SUPERFLUO
2. ORACIÓN: PERSONAL; EN FAMILIA, EUCARISTÍA.
3. SOLIDARIDAD: CAJITA DE CUARESMA.
4. RECONCILIACIÓN—CONFESIÓN
5. REENCUENTRO CON LOS HERMANOS DE QUIENES NOS HEMOS ALEJADO. PERDÓN.
Saludos.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.