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31 oct 2009

“A los santos… que luchan en mi comunidad”
01 de Noviembre de 2009. Solemnidad de Todos los Santos - Ciclo Anual “B”
Evangelio de San Mateo 4, 25-5, 12

”¡Todos los santos¡”
“A los santos por vocación..(Rom 1, 7), a los llamados a ser santos (1 Cor 1, 2), con todos los santos que están en Acaya (2 Cor), a los santos y files de Cristo Jesús” ( Ef 1, 1) que están en todas y cada una de las comunidades, … . Así saluda y anima Pablo a sus hermanos de las comunidades de Roma, Corinto, Acaya, Éfeso,.. ¡Santos y llamados a la santidad¡. Estábamos preparando la celebración de esta solemnidad y al reflexionar las bienaventuranzas surgió la pregunta: ¿Hay Santos en nuestra Comunidad? Uno de los presentes hizo una acotación. ¿Santos de los que hacen milagros? ¿Hay que hacer milagros para ser santos? A quienes la Iglesia, en nuestro tiempo, llama Beatos o Santos, y que están inscritos en el “Canon” o lista, y por eso ‘canonizados’ o ‘beatificados’ se pide a Dios signos de su especial actuación en sus vidas. Pero San Pablo considera santos a todos los fieles desde el día de su Bautismo o incorporación a Cristo que los santifica y llama a la santidad. En el camino de seguimiento que venimos haciendo con los discípulos al lado de Jesús, vemos que los hijos del trueno: Santiago y Juan eran bien humanos, que Pedro se hizo santo en la lucha, que Natanael no es un creyente desde el primer momento, que Mateo estaba bien metido en sus negocios hasta que encontró a Jesús y se hizo discípulo. Cada un era lo que era y su cambio de vida fue su bienaventuranza y felicidad.

¡Felices ustedes¡. Felices los abuelitos, los hermanos de la tercera edad, que están solos, los discípulos misioneros, que hoy, tienen alma de pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos. Felices los afligidos, los enfermos, los desahuciados, los afligidos, los discípulos misioneros, porque serán consolados, son consolados con la presencia del Maestro en su vidas y su fe en Él. Felices pacientes los que están solos, son incomprendidos, llevan sus cargas y dificultades en silencio, siguen teniendo esperanza en atraer al Señor a su familia,.. discípulos misioneros, que hoy, porque recibirán la tierra en herencia, con su constancia vencerán y será eficaz su espera. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, los solidarios, sensibles al sufrimiento de los demás, que perdonan, quienes dan una nueva oportunidad al cambio y la corrección, discípulos misioneros, que hoy, serán saciados, porque con su misericordia muestran el corazón de Dios. Felices los misericordiosos, quienes aportan al encuentro, al diálogo, a la paz, que no complican sino que facilitan las relaciones, en la familia, en la comunidad, en la sociedad, que hoy, porque obtendrán misericordia, tendrán paz en su casa, en su familia y en su corazón. Felices los de corazón puro, los sinceros, transparentes, que tiene una sola opinión, los niños que no hacen pose según la circunstancias, que no usan máscaras ni caretas según con quien están, que miran a todos con pureza confianza y honestidad, los discípulos misioneros, ellos, verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, los reconciliadores, los que trabajan en silencio en la comunidad, los que buscan solucionar los desencuentros, los que unen, los que evitan y se olvidan de la maledicencias, los que no producen rencillas ni hacen nacer sospechas ni infundios, los discípulos misioneros, ellos serán llamados hijos de Dios. Felices los perseguidos por practicar la justicia, los honestos, justos en sus vidas y decisiones, no abusadores ni aprovechados, no manipuladores ni chantajistas, comprometidos con el Chile Bicentenario, críticos y presentes en nuestra sociedad, los discípulos misioneros, de ellos es el Reino de los Cielos. Felices ustedes, animadores, catequistas, ministros, jóvenes cristianos, niños, acólitos, ancianos, enfermos, coordinadores, cuando los calumnien en su casa, en sus familias, en su población, en su trabajo, por causa de mí, por vivir y proclamar el evangelio del Maestro, por anunciarlo en su casa, por llevarlo a su población, por hablar de Él en su trabajo, porque ‘pierden el tiempo’ con estas cosas de la Iglesia, por se discípulos misioneros, que quieren seguir al maestro con las Bienaventuranzas, hoy día alégrense y regocíjense porque tendrán una gran recompensa en el cielo.

¡A los Santos en mi comunidad¡ Hay fieles, bautizados tratando cada día, de vivir según las enseñanzas del Señor. “Santos por vocación” “Llamados ser santos” “Con todos los santos que están en Acaya”, en nuestra ciudad, en Santiago, en cada ciudad en la que hay creyentes. “Los santos y files de Cristo Jesús” que están en todas y cada una de las comunidades,… ¿Hay Santos en mi Comunidad? ¿Me siento llamado a la santidad de las Bienaventuranzas?

Saludos

P. Esteban Merino Gómez, sdb.