LECTURA ORANTE DE LA PALABRA (LD)
Mateo 16, 21-27
Domingo 28 de Agosto de
2011
ORACION:
Invocamos al
Espíritu Santo para que nos guíe en este encuentro con el Señor Jesús en su
Palabra.
Espíritu Santo, eres viento:
llévame donde quieras;
llévame donde quieras;
eres brisa: déjame respirar lo nuevo;
eres fuerza: levántame del suelo;
eres vida: dame pasión por la vida;
eres luz: ilumíname con tus rayos;
eres calor: calienta mi existencia;
eres libertad: hazme libre;
eres fecundidad: cúbreme con tu sombra;
eres agua viva: dame de beber;
eres respuesta: dame fuerza para decir sí
al Padre, al Hijo y a ti, Espíritu Santo.
al Padre, al Hijo y a ti, Espíritu Santo.
Amén.
1) LECTURA: ¿Qué dice el texto?
A.
INTRODUCCION: Continuamos caminando
con la guía de Mateo. En este texto
Jesús explica
a sus discípulos su decisión: «tenía que ir a Jerusalén», era necesario
anunciar la Buena
Noticia de Dios y su proyecto de un mundo más justo, en el
centro mismo de la religión judía. Era peligroso. Sabía que «allí iba a padecer
mucho». Confiaba
en el Padre: «resucitaría al tercer día».
Pedro
se rebela ante lo que está oyendo, él piensa en un Mesías triunfante. Por eso, lo toma aparte y
se pone a reprenderle: «No lo permita Dios, Señor. Eso no puede pasarte».
Jesús
reacciona con una dureza inesperada. Este Pedro le resulta desconocido y
extraño. No es el que poco antes lo ha reconocido como "Hijo del Dios
vivo". Es muy peligroso lo que está insinuando. Por eso lo rechaza con
toda su energía: «Apártate de mí Satanás». El texto dice literalmente: «Ponte
detrás de mí». Ocupa tu lugar de discípulo y aprende a seguirme. No te
pongas delante de mí desviándonos a todos de la voluntad del Padre.
Seguir
los pasos de Jesús siempre es peligroso. Quien se decide a ir detrás de él,
termina casi siempre envuelto en tensiones y conflictos. Será difícil que
conozca la tranquilidad. Sin haberlo buscado, se encontrará cargando con su
cruz. Pero se encontrará también con su paz y su amor inconfundible. Los cristianos no podemos ir delante de
Jesús sino detrás de Él.
- LEER EL TEXTO: Mateo 16,21-27: Leemos este texto de Mateo con mucha atención, tratando de descubrir el mensaje de fe que el Evangelista quiso transmitir a su comunidad. Releerlo una segunda vez, pausadamente.
- Un momento de silencio orante: Hacemos un tiempo de silencio para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. Terminar cantando: “Tu Palabra me da Vida”.
- ¿Qué dice el texto?
>
¿Qué
versículo o parte del texto te impresionó más? ¿Por qué?
>
¿Qué
dice Jesús sobre el futuro que le espera en Jerusalén? ¿Cuál es la reacción de
Pedro?
>
¿Cómo
responde Jesús a Pedro?
>
¿Cuáles
son las condiciones que presenta Jesús para seguirle?
>
¿Cómo
recompensará Dios a los seres humanos cuando venga?
2) MEDITACION: ¿Qué nos dice el texto
hoy a nuestra vida?
No es necesario responder
a cada pregunta. Seleccionar las más significativas para el grupo. Lo importante es conocer y profundizar el
texto, reflexionarlo y descubrir su sentido para nuestra vida.
*
El papel que representó Pedro, tratando de disuadir a Jesús de
seguir su camino por temor a la cruz, se juega en la vida de mucha gente o a
veces también en nosotros(as). Comentar.
*
La decisión que tomó Jesús, que fue la de desestimar las
palabras de Pedro y seguir con firmeza su camino, nos toca a nosotros(as) tomarla.
¿En qué situaciones, o respecto a qué desafíos hemos de tomar con firmeza la
decisión de Jesús?
*
Jesús fue fiel a su misión de comunicar la Buena Noticia del Reino de Dios
hasta las últimas consecuencias asumiendo la cruz. Nosotros: ¿Estamos dispuestos
a enfrentar el sufrimiento y la cruz en el proceso de identificación con la
vida y la causa de Jesús? ¿Por qué? ¿Qué nos falta?
*
¿Hemos sufrido burlas, maltratos o marginación por seguir a
Jesús? Explicar.
*
¿De qué manera una persona puede “ganar al mundo” y “destruirse
a sí mismo” (“perder su vida”)?
*
”Sólo ganan la vida
quienes la gastan en el servicio al prójimo y al Reino de Dios”. Comentar.
*
¿Cuál es el mensaje del
texto para nuestra vida hoy y qué podemos hacer en concreto para que se haga
realidad en nuestra vida?
3) ORACIÓN: ¿Qué le decimos a Dios
después de escuchar y meditar su Palabra?
Ponemos en forma de
oración todo aquello que hemos reflexionado sobre el Evangelio y sobre nuestra
vida. Repetimos: “Señor,
ayúdanos a seguirte con fidelidad”.
4) Contemplar el rostro de
Dios encontrado en el texto y Comprometernos con la transformación de la
realidad:
Compromiso: Estoy dispuesto a renunciar a…….. por causa del Reino de Dios. Nos
llevamos una “palabra”. Que esa “palabra” o
versículo nos acompañe hasta que nos encontremos nuevamente. Hagámosla presente mientras
participamos en nuestros quehaceres diarios.
Oración final:
Padre Bueno, Tu Hijo Jesús no huyó ni retrocedió
delante de la cruz. La hostilidad de sus adversarios no pudo apartarlo de su
firme decisión de cumplir tu voluntad y anunciar tu Reino hasta las últimas
consecuencias. Fortalécenos con el don
de tu Espíritu Santo para ser capaces de seguir a Jesús con valentía y
fidelidad. Danos fuerzas para cargar la cruz de cada día. AMÈN.
Padre Nuestro,
que estás en el cielo…
Fuente: Sra Sara Pérez