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20 nov 2016

“Señor de la Misericordia”     

  2o de Noviembre de 2016 –Solemnidad    Jesucristo rey del Universo “C” –  San Lucas  23, 35-43 

Con este domingo concluimos el Año Litúrgico de la Iglesia en este Ciclo “C”. Con el primer domingo de Adviento iniciaremos el nuevo caminar el domingo próximo. El Reino de Dios es una realidad ya presente, en construcción y en espera de su total plenitud que dista mucho de los reinos humanos, hasta tal punto que dificulta más que ayuda, utilizar el término rey o reino para hablar de Cristo y de su Señorío, de la forma en la que ejerce, lleva a cabo, hace realidad su reinado, el Reino, o Reinado, de Dios.  

Pensar que el Maestro, Jesús, haya tenido aspiraciones de rey en Israel suena a desconocimiento o tergiversación de su mensaje. Su reinado lo califica como un nuevo tipo de vida, de relaciones, de trato, de mutuo reconocimiento, en el que la presencia de su Buena Nueva y la propuesta de una comunidad, que lo tiene por eje de vida, constituyen el núcleo de su enseñanza. A esta  comunidad se invita a todos, lo que le da universalidad, y la vez compromiso misionero, para que nadie se quede sin oír la invitación, con especial relevancia quienes están más en la periferias geográficas y existenciales. 

Este reino, llama sin coaccionar, invita sin presionar, propone sin descanso y con insistencia, quiere hacerse presente en la sociedad sin ofender o faltando el respeto a nadie, pero con la segura y firme esperanza de ofrecer el llamado a ser discípulos en la sociedad que nos ha tocado vivir a y a la que tenemos el desafío y la obligación de anunciar el Reino de Dios. La Iglesia dice hoy en la oración litúrgica: reino eterno y universal, reino de verdad y de vida, reino de santidad y de gracia, reno de justicia, de amor y de paz.

Reino desde la cruz, como San Lucas hoy nos recuerda. En ella, en la cruz, el poder, el dominio, la soberanía, se convierten en disponibilidad entregada para que, la impotencia, el desprecio, lo más pobre, lo más humillado, lo que está más al extremo, más en la frontera, reine, triunfe, con el modelo y estilo del Maestro. El que quiera seguirme que tome su cruz y me siga. De esta manera el poder de Dios se muestra en su misericordia y en su perdón, como lo vive el buen ladrón que pide la misericordia en el momento final  de su vida. El Señorío de Cristo se hace efectivo como Señor de la Misericordia.

Terminamos hoy, este domingo, el año de la Misericordia, que tantos momentos de gracia y tantas propuestas nos ha traído. El Rostro de la Misericordia del Padre, como hoy hemos colocado en la imagen de este comentario, nos muestra a Jesús, Cristo, Misericordia del Padre, momento en el que mejor muestra y realiza su reinado es en el perdón y la salvación, en la misericordia, como momento en el que Dios es más grande, más poderoso, más misericordioso, y muestra su poder al perdonar. Cristo es el Señor de la Misericordia. En la Misericordia está el Reinado, su reinado. 

Al entrar en la experiencia de la misericordia de Dios y ser misericordiosos como el Padre entramos en el Reino de Dios. Saludos
                                                                   


                                      P. Esteban Merino Gómez, sdb.