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26 mar 2008

MINUTO DOMINICAL

MINUTO DOMINICAL : "¡ No les creo ¡"
Domingo 30 de Marzo de 2008
Domingo Segundo de Pascua: Lectura Dominical: San Juan 20, 19-31


Y el mismo día, el primero de la semana, el Domingo, el Señor, los llenó de alegría, les llevó la paz. Les dio el poder del perdón: Paz a ustedes, y les otorgó el don de la fe con el don del Espíritu Santo: Sopló sobre ellos y le dijo: Reciban el Espíritu Santo. El efecto fue la alegría y la paz. "Todo esto se ha escrito para que ustedes crean ..y tengan vida". Pero: ¡Ver para creer¡Es conocida la frase del astronauta ruso: "Subí al cielo y no he visto a Dios". Si no lo veo no lo creo. La experiencia de Tomás nos resulta cotidiana: Yo no creo a la religión, no creo a los curas, no creo a la iglesia. No te creo. No entiendo a qué vas a la Iglesia y por qué pierdes tanto tiempo en ello.

A Tomás le faltaba la experiencia del Ver. Y por él se ha hecho famosa la frase. Pero, ¿basta el ver, el verificar, para creer?¿Puede usted verificar el amor?¿Puede pesar o medir cuanto lo quiere su hijo o hija? Lo más importante solo se ve con el corazón. iNo lo creo¡ ¡No te creo ¡ ¡No creo en Dios'¡.Búsquelo con el corazón; más que con pruebas, con verificaciones históricas y científicas, como Tomás, lo central es el encuentro con Él: Tomás, trae tu mano... y al encontrarlo personalmente, dijo: Señor mío y Dios mío.

Cuántos no creemos. Y sobre todo, cuantos no nos la creamos, y por faltarnos el encuentro profundo y verdadero con Cristo, seguimos buscando y esperando una prueba diferente, personal, milagrosa, y exigimos datos y pruebas. "No nos la creemos ", y por eso no nos la creen los que nos rodean. La primera Comunidad Cristiana, de la que nos habla la Primera Lectura Bíblica de San Lucas, se la creyó, lo experimento, lo compartió. El fruto fue la unidad, la solidaridad, la fe en comunidad, y quienes los rodeaban lo percibían y su vida convencía, porque se la creían y vivían de forma coherente. "Alababan a Dios y eran estimados por todos; y cada día El Señor hacía crecer el número de los que iba llamado a la salvación" (Hech 2, 47). ¿Cree sin ver? ¿Se la cree? ¿Por qué no le creen? ¿Por qué no nos creen? .Gracias.


P.Esteban Merino Gómez, sdb