MINUTO DOMINICAL: “¡Me conoce por mi voz ¡”
Domingo 13 de Abril de 2008
Domingo Cuarto de Pascua: Lectura Dominical: San Juan 10, 1-10
Agrada que en el teléfono me reconozcan por la voz, como alegra escuchar una voz conocida que me anima. Da confianza entrar en una casa, o en un recinto, sin llamar, encontrar la puerta sin llave ni impedimento, es sentirse en confianza, en su ambiente, en su casa. No encontramos, hoy día, como nos relata el evangelio de este Domingo el Buen Pastor, pastores con sus rebaños por nuestra ciudad; sería imposible que la docilidad, de la que es símbolo la oveja, (Is 53,7) pudiera sobrevivir en nuestro tráfago cotidiano ciudadano, y lo más cercano a un rebaño, puede ser la aglomeración en el metro o en la micro, donde caminamos en volandas llevados por la masa que empuja y dirige nuestros movimientos. El pastor, en Palestina, día tras día, abre la puerta del redil o corral cada mañana, saca su rebaño de 60 u 80 ovejas, las conduce toda la jornada por los campos a los mejores pastos, las defiende de los riesgos de las fieras y las conduce de vuelta, seguras, al caer la tarde, recogiéndolas en el aprisco o redil.
Esta relación de cercanía, conozco a mis ovejas y ellas me conoces, que llega a la mutua identificación por la exclusiva tonalidad de cada voz reconocen su voz,.. al extraño no le reconocen su voz, es la revelación del rostro, del modo de ser del Buen Pastor, que en este símil del pastor, o portero del rebaño, expresa, la especial relación de Cristo con cada uno de lo fieles. El pastor no es un anónimo, ni un olvidadizo, no es un cualquiera ni un desconocido, no es un ocasional o un usufructuador; El Pastor tiene nombre: es Cristo, pero las ovejas también tienen nombre. No es un rebaño de borregos empujados por la presión de la masa, sin personalidad propia, sin opción propia, a quienes los pastores mandan y utilizan, sino que desde el día del Bautismo, hemos sido llamados por el nombre, por nuestro nombre, se nos pide respuesta personal de reconocimiento inteligente, identificar su voz y seguirlo, entrar por su parta, pasar a su casa, para que tengan vida y la tengan en abundancia.
“Señor, tu me conoces y me sondeas, me conoces cuando me siento y cuando me levando, antes que llegue la palabra a mi boca, ya la conoces…”(Cfr. Salmo 139). El evangelio de hoy día da Paz. Como el salmo que proclamamos: El Señor es mi pastor,... aunque camine por sendas oscuras, nada temo, porque tu, Señor, vas conmigo (Salmo 22); La paz de saber que Cristo me conoce, que me abre la puerta para el encuentro con el: Yo soy la puerta; que es el Pastor que da la vida por las ovejas, que me llama por mi nombre para el nuevo paso que me invita a dar. En este Domingo del Buen Pastor, Domingo de Oración por la Vocaciones: Las vocaciones al servicio de la Iglesia-misión. Pidamos por las vocaciones a pastores según el corazón de Cristo, Buen pastor. ¿Ha sentido a Cristo pronunciar su nombre?. ¿Conoce y sigue su voz?. ¡Cristo te conoce¡ ¡Conoce a Cristo¡
P. Esteban Merino Gómez, sdb