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10 may 2008

MINUTO DOMINICAL : "Soplo de vida"


MINUTO DOMINICAL: “Soplo de vida”


Domingo 11 de Mayo de 2008


Solemnidad de Pentecostés: Evangelio de San Juan 20, 19-23


Esta anocheciendo; se ha cortado la luz; hay tensiones y rumor de problemas; los conocidos se juntas y se apoyan, pero no están seguros de sí mismos, sienten la soledad, y el mejor apoyo es el encuentro, estar juntos, conversar, apoyarse. Pareciera que habla de nosotros en algunos momentos de nuestra vida: problemas familiares, económicos, disputas o desencuentros, cuando… se nos cierra el horizonte….


Llega la noche y .. …los discípulos están encerrados por miedo a los judíos”. Nunca es fácil vivir la fe en un ambiente hostil, donde la mayoría tiene otra fe o no les importa mucho la religión y los creyentes. El temor y la preocupación se nota entre ellos. Pero el Señor, en quien han puesto su fe, aunque ellos no lo saben, no está lejos. Jesús poniéndose en medio de ellos, le dijo: la paz esté con ustedes. Esto ya lo hemos escuchado, domingos atrás, es el Señor Resucitado: no los ha dejado solos como prometió; está vivo y presente en los momentos de más soledad, los más difíciles. No los dejare solos. Aquí estoy y aquí estaré siempre.


Y dio un paso más reafirmando su presencia constante y eterna que los anime y les dé nueva vida. Sopló sobre ellos: reciban el Espíritu Santo. En su encierro ya casi no les quedaba aliento, impulso de vida. El soplo de Cristo, es aliento de vida, es fuerza vital para el caminante cansado, para la falta del oxígeno de la fe. Es tan fuerte que tiene alma, tiene vida, tiene nombre, es el Aliento de Dios, El Espíritu de Dios, Llama, Aliento de Vida, es el Espíritu Santo (Hechos 2, 2-3). En este aliento, fuego, alma, soplo, germina y crece la vida del creyente. Sin Él, mueren las comunidades y los cristianos, la fraternidad y la fe. El Espíritu Santo ilumina, consuela, sana, da descanso, lava el pecado, suaviza, da calidez a lo que se enfría, reanima y plenifica. ¡Cuántos momentos de paz sin Él perdemos¡¡Cuantas rivalidades con Él se evitan¡ Si hay noche; si hay temor; si pesa el camino, ¡Ven Espíritu Santo, llena el corazón de tus fieles¡ Así sea.


P. Esteban Merino Gómez, sdb.