MINUTO DOMINICAL:
“¡Sembrando en el campo del mundo¡”
Domingo 13 de Julio de 2008
Domingo 14º Durante el Año: Evangelio de San Mateo 13, 1-23
¡De todo hay en la viña del Señor¡ solemos decir. ¡Cuantas tierras en el gran campo del mundo¡ Tiempo de lluvias y sementera, en los campo de Chile, en la “Fértil Provincia señalada”. Tiempo de Evangelio: Salió el sembrador a sembrar.. , al parecer, ya la tierra estaba lista, y el arado la había repasado y herido con su hierro repetidas veces, y estaba, mullida, preparada, como tierra fértil, donde salió el sembrador a esparcir la semilla,.. la semilla es la Palabra de Dios.
La imagen campesina de Jesús en su comparación, símil, parábola, nos trae a nuestra tierra e historia en la que la siembra de la Palabra del Reino continúa y la Gran Sementera de la Misión Continental nos exige, inclinarnos, mirar nuestra sociedad, nuestra tierra, y comenzar a roturar, preparar la tierra, sembrar, esperar la lluvia de la palabra, “como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y haberla hecho germinar, para que dé la simiente para sembrar y el pan para comer, así será la palabra que salga de mi boca” (1ª Lectura), y expresar la conversión personal y pastoral, para que la siembra del Reino se haga fruto.
Porque es el mundo, nuestro mundo actual y presente, el campo en el que Dios nos ha colocado. El primer sembrador es el mismo Cristo, y en primera instancia nosotros somos quienes recibimos la palabra, sus Hechos y Dichos, que en cada uno, según la tierra que somos produce diverso fruto. Tierra pisada del borde del camino, dura que oye pero no comprende, que se deja arrebatar el mensaje; tierra pedregosa que acepta con alegría el primer anuncio, se alegra, pero se siempre lo ve difícil, muy exigente y abandona; tierra con espinas que deja ahogar la fe por los problemas que le parecen insuperables, y olvida la fe por lo más fácil y nunca llega a dar fruto. Y La tierra fértil: quien escucha, la comprende, produce fruto.
Sembrando en el mundo. Él y nosotros. ¿Qué tierra somos? ¿Cómo va la siembra en mi campo y en del campo el mundo de mi ciudad? ¡A arar y sembrar¡ Así sea.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.