“¡Felices!, Dios mismo estará con ellos”
1· de Noviembre de 2008: Evangelio de San Mateo 4, 25-5, 12
2 de Noviembre de 2008: Evangelio de San Lucas 24, 1-8
No hace mucho pude ir al cementerio a visitar la tumba de mis padres, hacía tiempo que no podía hacerlo, como muchos hermanos y hermanas lo hacen estos días 1 y 2 Noviembre. Venían a mi mente recuerdos y esperanza por aquellos seres unidos entrañablemente a mí y que a la vez forman parte de una dimensión nueva, diferente; presencia, en cierto modo, en sus restos o en el recuerdo de donde fueron depositados los mismos, y presencia más profunda en la esperanza y certeza de la resurrección, de su resurrección; presencia que supera el lugar de su sepultura, de mi recuerdo, y hasta de mi amor hacia ellos. Presencia resucitada y de fe. Esta visita a los cementerios se ilumina con la lectura de este Domingo 2 Noviembre, Conmemoración de los Difuntos: ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí ha resucitado. Claro que no están aquí; que no están en el cementerio. Como Cristo, primer resucitado, Cristo es el primero de todos, también ellos, nuestros familiares, así también todos revivirán en Cristo (1 Cor 15, 20-23). En este primer día de la semana, día del Señor, día de la resurrección, en su visita y adecentamiento de la tumba de sus familiares, recuérdelos en su oración y súplica, participe en la Eucaristía de la Comunidad de los Creyentes, pero no se olvide: Cristo resucitó de entre los muertos el primero de todos, para que ya no haya más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó (Apocalipsis 21, 4). ¡VIVEN EN EL SEÑOR¡
Felices, Dios mismo estará con ellos. ¡Felices¡ Es la palabra repetida nueve veces en el evangelio de la Solemnidad de Todos Santos, que este sábado primero celebramos. ¡Felices, porque Dios mismo está con ellos¡ La frase es aplicable a los Santos y a los Difuntos, a todos quienes ya han hecho su camino, que no son declarados santos por la Iglesia como Santa Teresa de los Andes, San Alberto Hurtado, o Beatos: Beata Laura Vicuña, el Beato Ceferino Namuncurà; o en proceso eclesial de beatificación: José María Caro Rodríguez, Mario Hiriart, Francisco Maximiano Valdés Subercaseaux. ¡Felices!. A todos los fieles, santos y testigos de Cristo; Dios mismo está con ellos.
La fiesta y el canto que proclama San Juan en el día de Todos los Santos (Apocalipsis 7, 10.12) es el canto resucitado de todos esos Santos que forman la comunidad de los creyentes que en la sencillez y hasta cotidianeidad de nuestros familiares que visitamos en el cementerio, han vivido a ejemplo del Maestro, como discípulos de Cristo, viviendo las Bienaventuranzas, Beatitudes o Felicidades, de los cristinos.¡Felices¡¡Beatos! ¡Bienaventurados! Ustedes tendrían una gran recompensa en el Cielo. La propuesta de Jesús a las multitudes que lo siguen es el programa el Reino que anuncia: felices los de alma de pobres, los afligidos, los misericordiosos, los perseguidos.. ¡Felices los seguidores de Cristo!. Gracias.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.