¡Recomienda este blog!

13 dic 2008

MINUTO DOMINICAL


“Alegría realista y fiel”
14 de Diciembre de 2008: Ciclo Anual “B”
Tercer Domino de Adviento: Evangelio de San Juan 1, 6-8.19-28

¡Estén siempre alegres¡ Es el nombre de este Tercer Domingo de Adviento, domingo “De gaudete”, o del gozo, de la alegría. Domingo de la Alegría porque el Señor viene; se acerca; ya está aquí; es compañero de camino en nuestra historia; nos fortalece e invita a la esperanza. Domingo de la alegría en nuestra vida de creyentes, por los niños que han iniciado, el pasado 8 de Diciembre su participación en la Comunión en la Eucaristía; por el nuevo obispo recién consagrado; por la visita y compartir de nuestros obispos con el papa en la visita, a contrastarse y compartir la fe de los apóstoles Pedro y Pablo, y con el Papa Benedicto.

Domingo de la alegría; con la tristeza amarga de los acontecimientos de la semana; con la tristeza que empaña la esperanza de Adviento cuando, somos nosotros, los creyentes, los ministros, los presbíteros, quienes con nuestras actitudes denostamos y menoscabamos la fe que profesamos y dejamos en la comunidad y en la sociedad tantos cometarios, decires, y duras críticas, que desaniman y desmoralizan la fe, la sensibilidad, la confianza y la esperanza de los fieles y simpatizantes. Esta semana se ha ensombrecido, un poco, la esperanza de adviento y se ha hecho penumbra nuestra capacidad de dar testimonio de la luz (Jn 1, 6)

Y sin embargo, y por eso ¡Él viene¡. Yo desbordo de alegría en el Señor.. ..Él me vistió con las vestiduras de la salvación (Is 61, 10). E Isaías anima a Israel en momentos de tristeza, de lucha, de aparente abandono del Señor, de crisis, diríamos hoy. San Pablo, en un contexto social e histórico diferente, lo repite y reinventa para los cristianos de Tesalónica: Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión. Toda ocasión es el momento de la esperanza. ¡Ahora es el momento de la esperanza¡ ¡Ahora Dios está viniendo, Dios está cerca¡ ¡Ahora¡ (expresión muy de san Juan) que estamos dolidos por la críticas, débiles por la faltas, cuestionado por las actitudes; silenciosos por las publicaciones.

¡Ahora es Adviento¡ ¡Ahora es el momento de la esperanza¡ ¡Examínenlo todo¡
(discrimínenlo, júzguenlo, valórenlo, disciérnanlo todo), y quédense con lo bueno de lo vivido. Esta acción de discernir, en Adviento, sobre nosotros mismos y sobre lo que vivimos en nuestro contexto o realidad, nos encamina a la identificación con Juan el Bautista, que en la descripción de su homónimo, Juan el Evangelista, nos propone tres símbolos, carteles, anuncios, para llevar por delante y mostrar como distintivo de la fe “ahora”: Vino como testigo para dar testimonio de la luz.. voz que grita en el desierto. “Testigo” de la esperanza en la debilidad propia y ajena. Espejo de “Luz” del que viene que se refleja en la vida, compleja, azarosa, pecadora, del creyente. “Voz” que rompe el silencio, que denuncia sin insulto, que defiende sin diatriba, que responde sin altanería. Y entonces ¡El señor viene¡ Su voz, su luz, usted como testigo es el nuevo adviento. ¡Viva la alegría, Dios viene¡

P. Esteban Merino Gómez, sdb.