“Top one”
20 de Septiembre de 2009. Domingo 25º del Tiempo Ordinario - Ciclo Anual “B”
Evangelio de San Marcos 9, 30-37
Es ‘Top One’ Es el número uno. Es el primero. El ganador. Los supera a todos. Nadie lo puede alcanzar. Es un contraste para todos los ‘perdedores’ de la historia. Los discípulos van conversando de ello: “Quiero ser el primero”, el número uno, el ‘top one’. El que está más arriba, el inalcanzable para los demás, el más… … Veníamos caminando de Galilea hacía Jerusalén. El Maestro nos había hablado de su viaje y había insinuado cómo sería el final de su vida en Jerusalén: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte resucitará”. Pero nosotros estábamos enfrascados en una discusión que nos parecía muy importante para la vida de los Doce. Es verdad que no comprendíamos mucho lo que Jesús acababa de decir: Los discípulos no comprendían estos y temían hacerle preguntas. La trascendencia de ser ‘el primero’ entre nosotros y el más cercano a Jesús nos atraía más.
Estamos de fiesta. Hemos comenzado, como los Doce con Jesús, una gran caminada hacia en Bicentenario en la gran Comunidad que es Chile. Caminando desde Arica o la Antártica, desde la Isla de Pascua o el Cristo de los Andes, hacia la simbólica fecha de Septiembre de 2010. En medio de estos pasos, sentimos las palabras del maestro: ¿De qué hablaban por el camino? Ayer, estos días, hemos escuchado, y seguiremos escuchando grandes y significativas palabras; proyectos, planes y desafíos; propuestas y planeaciones para los próximos años. Nos preguntaremos y nos preguntarán: ¿Quién será el ganador? ¿Quién estima que será el número uno?. ¿Quién vencerá? ¿Quién será electo y pasará a ser el magistrado número uno del país?. Los discípulos callan: porque habían estado discutiendo sobre quién es el más grande.
Jesús no rehuye entrar en el tema. Recoge la conversación que traen por el camino, el tema que los ha enfrentado en la discusión. Y hace su propuesta o candidatura, pensando desde su óptica, desde el Reino que proclama y vive: “El que quiera ser el primero debe hacerse el último y el servidor de todos”. El tiene en su mente, en su óptica, en su ética del Reino, una clara idea sobre quién tiene que ser el “Top one”: el número uno el Reino. En este aniversario nos plantea la propuesta de poner en el lugar debido al “Número uno de Chile”. El número uno, el que quiera ser el primero deberá ser, hacerse a sí mismo, el servidor de todos. Jesús lo ejemplifica y se lo muestra en los hechos, en lo concreto: tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: “El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mi”. Ser primero es ponerse al servicio del último. Ser primero es recibir: acoger, privilegiar, discriminar positivamente, destacar, preferir, relevar, ensalzar, agrandar, apoyar, desarrollar, potenciar, … al que debe ser el Top one del Reino: el más pequeño. Y le pone nombre, rostro, figura, vestimenta, edad en el Chile del Bicentenario: un niño; un joven; un enfermo; un cesante, un empobrecido, una ama de casa de una población; un justo (Sab 2, 12-20: el justo, fiel, paciente, con temple), un anciano, una persona sola, un sufriente….
El número uno, el primero del Reino que anuncia Jesús, no es el candidato sino aquél a quien él debe servir; no es el legislador, sino aquél para quien él debe formular leyes justas; no es el jerarca sino aquel ante quien debe inclinarse para servirlo; el número uno no es el potentado sino aquél carente que llama su puerta en grito de solidaridad.
¿Es ud. ‘top one’? ¿Es el primero? ¿Es ud. el primero según la propuesta de Jesús?. En Tiempo de Misión, no sirve el poder, la relevancia social de la institución, la relevancia histórica obtenida, los primeros lugares ocupados en el pasado: sólo sirve el que recibe en mi Nombre a uno de estos pequeños. ¡Hay algún ¡top one’ cerca de ud.? ¡Abra los ojos¡.
Saludos.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.