¡Recomienda este blog!

17 oct 2015

“El primero es quien sirve”                                           


18 de Octubre de 2015 – Domingo 29° del Tiempo Ordinario –     Evangelio de San Marcos 10, 35-45



Se dirigían a Jerusalén. Jesús caminaba delante de de los discípulos (10, 32). Volvió a reiterarnos que en Jerusalén sería entregado, lo matarían y resucitaría. Por tercera vez nos indicó hacia donde se dirigía su vida. Pero nosotros no siempre comprendíamos lo que nos compartía. Seguíamos en  nuestro propio mundo. Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos  concedas lo que te vamos a pedir." El les dijo: "¿Qué  quieren de mí?" Respondieron: "Concédenos que nos  sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria." No faltaban entre nosotros las ansias de prevalencia, de poder, de ocupar los primeros lugares que se estimaban merecidos en justicia, viendo al Maestro como un señor, rey  o poderoso temporal, que asignaba títulos y otorgaba cargos y poder. A decir verdad, el Maestro fue suave con nosotros,  comprendió nuestra debilidad. Ni siquiera se enojó. Con misericordia nos hizo unas aclaraciones dándonos a entender lo confundidos que estábamos con nuestra petición. Ustedes no saben lo que piden. .. no me corresponde a mí el concederlo. Al resto del grupo nos les gustó nuestra petición, señal clara que aspiraban a lo mismo que habíamos pedido. Cuando los otros diez oyeron esto, se enojaron con Santiago y Juan.   
Y de esta petición, el Maestro, sacó unos criterios para nuestra tarea misionera: Jesús los llamó y les dijo: Como ustedes saben, los  que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores, y  los que ocupan cargos abusan de su autoridad.  Pero no  será así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más  importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, y  el que quiera ser el primero, se hará esclavo de todos. Tiempo atrás nos había hablado de quién es el más importante, el primero, porque lo discutíamos con frecuencia: Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servidor de todos (9,34b). Pero no quedó todo claro y asumido. Y volvimos a lo mismo. Santiago y Juan pensaban tener un derecho especial y el resto lo considerábamos injusto. Parecíamos jefes, autoridades dictadores, hombres con altos cargos, que pueden disponer y que abusan de sus decisiones. Estábamos olvidándonos de lo que éramos, de lo que somos: servidores de todos.
En este Domingo Universal de las Misiones DUM, la Iglesia de Discípulos y Misioneros, quiere y debe ser: Iglesia que sale al encuentro, que acoge y sirve. Una Iglesia en salida, misericordiosa, que acoge y reconcilia. La imagen de esta jornada misionera, que hemos colocado en este comentario, está my lejana del poder, de la autoridad, de la preeminencia y de la ostentación de los cargos. Es la imagen del Maestro, de rodillas, llevando el agua de la limpieza misericordiosa del perdón, con el agua del pozo de la vida  para la samarita, lavando los pies del peregrino, del cansado, del que está  en la otra orilla, en la vereda alejada, en la periferia, en el desprecio. El lema clarifica la actitud: Misericordia, corazón de la misión. Y hasta en algunos de los afiches de esta jornada aparecen, sucintamente, las obras de misericordia, de sensibilidad, de identificación cordial, de acercamiento y de acción para quienes más lo necesitan: dar alimento y bebida, acoger al sin casa, visitar al enfermo, socorrer a los presos, enseñar y dar buen consejo, corregir con amor, consolar al triste, … Misericordia. Jesucristo es el rostro de la Misericordia del Padre. (MV 1) El Hijo del Hombre no ha venido para ser  servido, sino para servir y dar su vida como rescate por una  muchedumbre. Misericordia, corazón de la Misión. Es el tiempo de la Misión, es el tiempo de la Misericordia “viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV 10). Saludos.

P. Esteban Merino Gómez, sdb.