¡Recomienda este blog!

3 ene 2010

MINUTO DOMINICAL


“Jesús es la estrella”
03 de enero de 2010. AÑO DEL SEÑOR BICENTENARIO – CHILE 1810-2010
Fiesta de la Epifanía del Señor - Ciclo “C” -- Evangelio de San Mateo 2, 1-12


Muy feliz Año del Señor Bicentenario de Chile 2010. Es una estrella: una estrella de cine? del fútbol?. de la canción?, del tenis?. Es una estrella. Lo conocen mundialmente. Basta con decir su nombre, no se necesita decir sus apellidos o nacionalidad, y todos saben de quién estamos hablando, cuáles son sus atributos y el reconocimiento es inmediato. Es una estrella. Es el personaje del año. Es mundialmente conocido. Su figura destella y relumbra por todos los continentes, por sí misma, por su vida y por sus actuaciones, sean éstas buenas o deplorables. Su esplendor, es conocido e identificado por todos, es reconocido, es buscado, es un referente, es único. Es una estrella.

Vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo. A la distancia las personas destacadas brillan, relucen, iluminan, atraen, aunque no siempre por su alta calidad personal y ética. Hay estrellas y estrellas. Y hay buscadores, observadores de las estrellas, buscadores de la sabiduría, amantes que buscan resolver enigmas e interrogantes o buscar a quienes les ayuden a resolverlos. Estos personajes atraen, reúnen, convocan. Como la luz del sol llegan lejos y avanzan muy rápido. Su gloria, su fama, ilumina las naciones y pueblos (Cfr. Is 60, 1-6: primera lectura de esta fiesta). Algo así se decía de Salomón, que podemos llamar El Magnífico, (Biblia de Jerusalén Primer Libro de los Reyes 3: “Historia de Salomón el Magnífico”) por la grandeza de su sabiduría y la magnificencia de sus obras. Su grandeza es ejemplificada en su técnica como constructor, en su destreza para el comercio, en su sabiduría para resolver enigmas, en su justicia en el juicio (niño que dos mujeres se disputan), y en su capacidad de unificar, auque por poco tiempo, a todo Israel. Es el prototipo del rey sabio y justo, que junto con su padre David, humilde pastor, serán el modelo del Rey esperado, del Ungido o Mesías que vendrá y que será lo máximo, lo óptimo, lo supremo esperable como Rey. Por todo ésto, su fama, su excelencia, su brillo, llega a los confines conocidos: a Saba, a Oriente, a Madián, a Efá. De Madián y Efá,.. Todos vendrán desde Sabá trayendo oro e incienso y pregonarán las alabanzas del Señor (Is 60, 6). La reina se Saba había oído la fama de Salomón y vino a probarle por medio de enigmas (Primer Libro de los Reyes 10, 1) Su fama se expande, viaja rápido y lejos, atrae y motiva a ir a conocerlo. Es una estrella. Es destacable, excelente, digno de verse, de escucharlo, de conocerlo. Los magos, sabios, astrólogos, han encontrado una estrella, alguien digno de ser visitado, conocido, escuchado, seguido.

San Marcos y san Juan no nos hablan absolutamente nada del nacimiento y de la infancia de Jesús. Sí lo hacen Lucas y Mateo, cada uno con sus relatos propios y particulares. Unos Magos: tres, más; no dice número. Magos: buscadores de enigmas y sabiduría; astrólogos. Se presentaron en Jerusalén: fueron a visitarlo en persona?. Viajaron a verlo? Le llevaron oro, incienso y mirra?. San Marcos nos da una pista que nos ayuda a comprender el significado de este relato: La gente pide a Jesús un signo. Tiene que mostrar su sabiduría, poder, y en el fondo, quién es. Mateo nos lo resume diciendo: La reina se Sabá vino de lejano para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es mayor que Salomón. (Mt 12, 42). Jesús es un niño. Los Magos llegan a ver a un infante, que no ha podido mostrar su sabiduría, su justicia y juicio, su poder, su realeza, pero por la misma razón que la reina de Saba, ellos ya reconocen en este Niño esos atributos y se inclinan ante Él. Los Magos con su viaje reconocen que a quien visitan es más que Salomón, y le ofrecen sus dones.

¿Por qué san Mateo nos relata esta visita a quien es más que Salomón?. Ese es el meollo. Es más que Salomón. Jesús es la Estrella. Todos los judíos conocen la grandeza de Salomón y el eco que produjo en los pueblos cercanos, hasta el Oiente y Sabá, su reputación y la visita de la reina de Sabá ( 1Re 10, 1-13; 2 Cr 9, 1-8) Éste, Jesús, es mucho más grande. Es Dios. Atrae más. A más reyes. A Más personas. No es, solamente, apreciado como rey sabio y justo, sino reverenciado y adorado como Dios con el incienso. Postrándose le rindieron homenaje. El reconocimiento y adoración es la actitud que muestran todos los reyes, sin importar el lugar de proveniencia, la raza, la cultura, el país. A todos los pueblos Dios se manifiesta: Epifanía. De todos espera respuesta. Para todos es su Buena Nueva, Sabiduría superior a la de Salomón. Jesús es la Estrella. El llamado es a reconocerlo y en la adoración humilde escuchar su sabiduría, Él es Camino, Verdad y Vida. Saludos. Y feliz año 2010.

P. Esteban Merino Gómez, sdb.