“Ponerse en camino en cuaresma”
22 de Febrero de 2015. Primer Domingo de Cuaresma. Ciclo “C”
Evangelio de San Marcos 1, 2-15
Hemos iniciado la Cuaresma el pasado miércoles de Cenizas. Y hoy es el primer Domingo de este tiempo cuaresmal en el camino hacia la Pascua. Es el tiempo: el Reino de Dios está cerca. El Maestro se da un tiempo: el Espíritu lo llevó al desierto. La ruta, el camino de Cuaresma, para que sea fructífero, debe ser animado y motivado por el Espíritu. El desierto, aunque nos parece que es un lugar vacío, es lugar de una rica experiencia para el Maestro. Ahí vive las luchas de su fe; las tentaciones; la presencia del mal y el espacio para la oración. El desierto es lugar de fieras, peligros y desafíos. El desierto es lugar de silencio y encuentro con Dios. El desierto es como la vida: luchas feroces y consuelos, gracias de Dios para superarla. Tiene lo bueno de Dios y lo malo de nuestras deficiencias. ¡Hoy es nuestro desierto¡
El tiempo se ha cumplido: El Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia. Esta cuenta atrás tiene por finalidad ponernos en alerta para que la cuarentena cuaresmal, en su cuenta atrás, nos vaya avisando de la preparación necesaria para la Pascua del Señor y la nuestra. Tiene especial relevancia, esta cuenta atrás, la urgencia de aprovecharla, de no perder este tiempo fuerte y de hacerlo fructificar adecuadamente, porque El Reino de Dios está cerca. La finalidad de este tiempo y el objetivo de este tiempo es para crear una actitud personal nueva: Conviértanse y cerca en la Buena Noticia. Dos desafíos se nos proponen y exigen: + Crean en la Buena Noticia. El camino cuaresmal es un camino de fe. Es un camino para los creyentes; para pecadores y santos, para todos los Bautizados. La fe, nuestra fe, la fidelidad a ella, es lo que está en juego; la fe que recibimos en el bautismo y que renovaremos en la vigilia pascual. + Conviértanse. La fe, el encuentro personal con el Maestro en la comunidad de los creyentes, lleva al desafío de seguir su camino en el discipulado y de tratar de replicar, en nuestra historia, en nuestra experiencia personal y cultural, la Buena Nueva del Maestro, el Evangelio por Él proclamado y propuesto. Convertirse es retomar el camino, volver a él, hacer el giro adecuado y necesario, retornar y retomar el camino primero, inicial, bautismal.
Es San Pablo quien, este domingo, nos llama a este retorno a los inicios de nuestra fe, que con el símbolo el agua y de la barca, lugar de salvación, nos recuerda que Dios nos espera pacientemente, para la salvación a través el agua. Es la vuelta al bautismo y a la exigencia de asumir, concientemente, las consecuencias del bautismo. Todo esto es figura del Bautismo por el que ustedes son salvados, el cual no consiste en una mancha corporal sino que es el compromiso con Dios de una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que está la derecha de Dios. Soy bautizado. De niño, adolescente o adulto. Es el momento de asumir esta condición de vida y vivir según lo que somos. Dios nos propuso una alianza: Yo estableceré mi Alianza con ustedes. Él siempre es fiel. Nosotros nos ponemos en camino, en el tiempo cuaresmal, para renovar nuestra fidelidad bautismal. Es el tiempo de ponerse en camino en cuaresma. La oración, la lectura de la palabra de Dios, la solidaridad cuaresmal, la reconciliación sacramental, el perdón fraterno, son las obras cuaresmales de renovación de la Alianza bautismal. ¡Volvamos al Señor¡ Saludos.
P. Esteban Merino Gómez, sdb.