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22 nov 2015

MINUTO DOMINICAL

https://05varvara.files.wordpress.com/2011/11/unknown-artist-christ-pantocrator-capella-palatina-palermo-sicily-italy-circa-1140.jpg “A Él sea la gloria y el poder..,
  ..el testigo de la verdad”                                          
22 de Noviembre de 2015 –Domingo–SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO- 
“B”Evangelio de San Juan 18, 33-37                                            Estamos celebrando la Solemnidad de Cristo Rey en el último domingo del año litúrgico de este ciclo dominical “B”. La Fiesta de hoy resume el misterio de Cristo, que es el centro de nuestra fe y que da forma y contenido a todo el recorrido del año litúrgico: su nacimiento con el Adviento que lo prepara, su Pascua y don el Espíritu Santo con el tiempo de conversión cuaresmal, y cada Domingo durante el año, como Pascua Semanal que eso recuerda “el primer día de la semana”, el día de la Resurrección, el Domingo. La Fiesta de Cristo, El Señor, finaliza y resume este recorrido anual de profesión y celebración de nuestra fe.
Rendimos nuestra alabanza en cada celebración y liturgia: al Hijo de hombre, al nacido entre nosotros, como Enmanuel (Dios con nosotros). A Él  se le dio el poder, la gloria y la realeza, y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron. (Primera Lectura),  verdadero hombre, a Jesucristo (Dios que salva) Cristo Jesús, el testigo fiel, el primer nacido de entre los muertos, el rey de los reyes de la tierra. El nos ama  y por su sangre nos ha purificado de nuestros pecados, haciendo de nosotros un reino y una raza de sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. El Señor a quien alabamos el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, Aquel que Es, que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Jesús, hombre verdadero, que se enfrenta al poder temporal y humano. El Maestro ha hecho de su vida la donación en el servicio y de su realeza la humildad del siervo compareciendo ante Pilatos, como el culpable, siendo Él, El Señor. La coherencia de vida y la fidelidad a sí mismo, a la dedicación que de su vida ha hecho, lo lleva a la donación total haciendo efectiva su realeza en la aceptación de la condena que los poderes humanos le infligen, aunque ha sido, mucho antes, asumida como la razón de su existencia y su proyecto de vida, humana y divina. Con un recuerdo de María en este mes a ella dedicado (Mes de María en Chile), en el epígrafe de la foto de Cristo Señor (Stella parit solem, rosa florem, forma decorem: La estrella ha dado a luz al sol, la rosa a la flor, la forma al esplendor)
"Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo”. Asume su realeza y señorío, pero especifica a qué está destinado y dirigido: al servicio de la verdad; al anuncio de la Buena Noticia, del Evangelio, como testigo fiel, ratificando su enseñanza con la entrega de su vida.
Las últimas palabras del maestro en respuesta  a la pregunta de  Herodes, nos involucran a todos los discípulos: Todo el que está del lado de la verdad escucha mi voz.  Si queremos estar en la verdad, seguir al Maestro, se nos pide escuchar su palabra y ratificarla con el testimonio de vida, como criterio  de estar y vivir en  la verdad.
¿Soy testigo de la verdad?. Mi alabanza y mi vida lo ratifican o lo desmienten. Saludos.

P. Esteban merino Gómez, sdb.
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