“La Familia”
27 de Diciembre de 2015 –FIESTA DE LA SAGRADA
FAMILIA - Ciclo Dominical “C” –
Evangelio de San Lucas 2, 41-52
En un pueblito pequeño de
Israel, en las periferias humildes del pequeño poblado de Belén, allí nació
Jesús. Su familia después del censo se volvió al lugar donde residían en
Nazaret. Y ahí comienza la vida diaria con sus alegrías y sus desafíos. Ser
familia, crear una familia, hacer familia. Y María y José lo realizan con un
Hijo muy especial, que de a poco van conociendo y que no terminarán nunca de
conocerlo del todo. Y manos a la obra. En la casa en la carpintería,..
¡Hacer
familia¡
Hacer familia con nuestros hijos, nietos, sobrinos de hoy. Con su teléfono en
las manos todo el día. Que nunca parece que nos escuchan. Que nos piden regalos
de navidad que no sabemos que existen, que hablan de temas, de personajes, de
historias que nos resultan bastante lejanas.. y son nuestros hijos, que junto a
sus amigos y amigas tienen un mundo propio. Y ¡Hay que hacer familia con ellos¡
Con sus colegios, sus estudios, sus vidas propias y diferentes cada una de
ellas. Ser María y José es hoy una maravilla en la que se nos pierden los
niños, o nos parece perdernos a nosotros en sus vidas, no solamente cuando
tienen 12 años sino muchas veces cada año. Nos perdemos como papás, nos
perdemos como abuelos, como tíos,… Pero cuantas cosas hemos guardado en el
corazón, como María: Su madre conservaba estas cosas en su corazón.
Y cuántas cosas habrán guardado, estarán guardando ellos en su corazón, de
nuestras vida, de nuestra presencia en su vidas, de nuestra fe, de las
oraciones compartidas con ellos, de ir con ellos a la capilla, al templo, con
el traje de fiesta y compartir, la celebración, la eucaristía, ir a la
parroquia,..
¡Hacer familia¡
¡Hacer familia¡ Hacer familia con mi espos@ a quien conocí en... ¡Y somos tan diferentes¡ Hacer familia con su
carácter y mi poca paciendo, luchando con la economía de la casa, con los suegros y las familias de ambos,
con su trabajo y el mío, con los sueños, las insatisfacciones y las metas a las
que hemos llegado y con las que seguimos soñando. Hacer familia con sus
visiones de la vida y con las mías, con sus tradiciones y mis recuerdos, con su
experiencia de fe y con mi poca cercanía
a Dios y a las cosas de la iglesia, con sus recuerdos de infancia y con los
míos. Y acá estamos tirando del carro,
con tristezas y con muchas esperanzas, hasta llegando a pensar en separarnos y
viendo a nuestro alrededor cuantas parejas zozobran y cuántos niños se quedan
como pequeños veleros a quienes el mar lleva en tantas direcciones sin un
puerto seguro buscando a tiempos a sus padres, incorporando otros padres
postizos, comenzando a conocer nuevos hermanos de la noche a la mañana y sin
saber de dónde viene todo esto. ¡Hacer familia¡ Hacer una familia, construir
cada día el amor de pareja, cimiento del amor de familia, tratando de comenzar
cada jornada, y en muchas ocasiones, cansados y sin idea de cómo innovar, como
crear de nuevo, como volver al noviazgo, al inicio, a los años de gloria, a las
tardes y días sin fin que nunca parecían largos o pesados, por felices y fuera
del tiempo, y cuando queríamos que la jornada no se acabase, ni el sol se
pusiera, ni la luna corriera tan rápido, ni pasaran las horas, los días, los
minutos. Ese es nuestro tiempo ¿Y ahora? ¿Qué hemos perdido? ¿Qué se ha ido de
nuestras vidas? ¿Dónde está lo perdido? ¡Tal vez dentro de nosotros mismos y
todavía es recuperable¡ ¿Dónde está lo bueno de nuestra vida de pareja que se
nos ha ido? María, José: decidnos, ¿se les ha ido la vida y les ha costado
volver?. ¿Se les perdió Dios, como a nosotros se nos ha perdido en muchos momentos
de nuestra vida como matrimonio?. ¡Pero uds. lo encontraron rápido¡: al tercer día lo
hallaron en el Templo en medio de los doctores… ..¿Por qué nos has hecho esto?.
¡Que nos has hecho, Señor, nos has dejado solos¡ ¿O te hemos dejado solo? ¡La
familia¡ ¡Qué grande¡ ¡Qué logro¡¡Qué desafío¡ Y Tú, Señor, creaste una para
poner un pequeño ejemplo de que es posible. ¡Gracias , Señor¡

