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12 oct 2020

Resumen de FRATELLI TUTI «Carta Encíclica del Papa Francisco»

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11 oct 2020

Ntra Sra del Pilar

 


¿Sabias que hay tres días cada mes en que la imagen de la Virgen del Pilar aparece sin manto?

En la actualidad la Santísima Virgen del Pilar posee más de 450 mantos pero hay tres días, cada mes, en que la podemos ver sin manto.

La Virgen del Pilar posee una extraordinaria colección de mantos que la piedad popular ha ido tejiendo a lo largo de la historia en torno a esta entrañable devoción de Nuestra Señora. Lo cierto es que apoyándonos en los documentos que se conservan en el Pilarla Virgen ya en 1504 se vestía con manto, y en 1577 se tenían catalogados 72 mantos de Nuestra Señora.

Los mantos son prendas no muy grandes y no dejan de ser ofrendas nacidas del amor y la devoción a la Santísima Virgen María, cuyo valor trasciende lo puramente material, encerrando en sí mismos una historia o un sentimiento que motiva al donante a realizar su ofrenda.

Las normas para su colocación

Existen entonces mantos de variados soportes, realizados con distintas técnicas, de diferentes colores y donados por diversos oferentes. Tampoco ha sido siempre la misma su colocación: en un principio cuando los mantos no tenían una forma definida, se colocaban directamente sobre la cabeza de la Virgen. Más adelante se pasó a colocar los mantos cubriendo la Columna y parte de la imagen, cayendo en forma de campana. A partir del siglo XVIII se empezó a colocar los mantos más bajos de modo que al menos la imagen de la Virgen quedase completamente descubierta, tal como ha llegado a nuestros días.

Actualmente todas las noches, una vez cerrada la Basílica-Catedral, el Capellán de la Virgen accede al camarín, retira el manto que la Virgen ha lucido durante el día y procede a colocar el que vestirá al día siguiente.

También existen normas para la colocación de los mantos, respetando los colores que marca la liturgia de la Iglesia, excepto en festividades concretas, entre ellas pueden citarse: San Jorge, San Valero, Santa Cecilia, La Asunción de María, Cristo Rey, La Inmaculada, Navidad, Jueves y Viernes Santo, Solemnidad del Pilar, Pascua de Resurrección y muchas más festividades.

Los tres días en que aparece sin manto

Pero hay tres días, durante el mes, que la Virgen del Pilar no lleva manto. ¿Sabéis cuáles son? Pues muy sencillo: todos los días 2, 12 y 20. Las razones son, en las tres ocasiones, históricas. El 2, porque según la tradición la Virgen vino a Zaragoza el 2 de enero del año 40 d.C. El 12, porque la dedicación del templo fue un 12 de octubre. Y el 20, porque la coronación canónica de la Virgen del Pilar fue un 20 de mayo. Así pues, todos los 2, 12 y 20, excepto el 2 de enero, el 12 de octubre y el 20 de mayo se puede ver la columna, o más bien el forro de plata que la cubre. Además, el día 19 de octubre también se puede ver la Virgen del Pilar sin manto al ser la Octava del Pilar.

En la actualidad la Santísima Virgen del Pilar posee más de 450 mantos y cada uno es prueba fidelísima del amor y la veneración que sus hijos profesan a la Virgen María.


https://www.cope.es/religion/hoy-en-dia/noticias/sabias-que-tres-dias-mes-virgen-pilar-aparece-sin-manto-20200612_765089

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7 jul 2018


Recíbeme

Recíbeme, con toda la miseria que hay en mí,
Con todos mis deseos de seguir, por tu camino
Iluminar, es hoy el reto en la oscuridad,
Servicio, entrega en fidelidad, hasta la muerte.

Hoy es tiempo de dar
a mano llena lo que se me dio,
De brillar hasta consumirse,
Iluminar al mundo en penumbras,
Hasta que no quede yo, sino Tú.
Dios, no hiciste una lámpara
para ocultarla bajo el ser de mí.
La llama que tu encendiste en mí
La ponga yo en lo alto
Y que María me ayude a decir sí.

Recíbeme, con toda la miseria que hay en mí,
..... por tú camino.

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2 ene 2017


“¡Feliz año nuevo 
 2017¡: todos podemos ser artesanos de la Paz”                                                                                                                           
-  1° de Enero de 2017 –                                                                     SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

 - Ciclo “A” –  San Lucas 2, 16-21 -


¡Muy Feliz año 2017 que hoy iniciamos en el Señor¡ En la solemnidad de Santa María Madre de Dios, y mirando al Niño Dios nacido entre nosotros, quien nos motiva  a llamar a Dios “Abba”, celebramos a la Madre y al Hijo, mientras los pastores lo anuncian y es circuncidado con el nombre de Jesús: salvación de Dios.
La lectura del Libro de los Números nos invita a pedir la bendición de Dios para este año que iniciamos. Dios está en todo tiempo. Dios estaba ayer, está hoy y estará mañana. Y está siempre acompañándonos. Esta bendición nos trae de Él: bendición y protección; su presencia, como rostro de la Misericordia y su gracia; su cercanía y su paz. Y al ser invocado se compromete a  darnos su bendición. ¡Qué el Señor nos la conceda a cada uno de nosotros¡ Así sea.
En el 50° aniversario de la Jornada Mundial de la Paz que Inició el Papa Pablo VI el año 1967, el Papa Francisco nos motiva a vivir este año y esta jornada con el Lema: «La no violencia: un estilo de política para la paz». La  paz se muestra en nuestros días como un desafío permanente y conflictos, que considerábamos superados, parecen siempre nuevos y desafían la vida de las personas, sociedades y grupos humanos. El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundialespero nuestros tiempos no han disminuido los temores, las guerras continúan, el terrorismo se ha convertido en una nueva amenaza y nuevo temor; las migraciones se han convertido en una nueva tensión, las fronteras se han endurecido y muchos, empujado por las guerras y la pobreza buscan nuevos caminos en otros tierras, a la vez que surge una reacción de rechazo para los inmigrantes y extranjeros.
El papa Francisco toma partido, de forma comprometida y  clara frente a la violencia y propone un camino para los discípulos de Jesús: Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia. Este es el mensaje central de su propuesta para esta jornada y para este año. Cuando la violencia se está justificando por causa religiosas, con palabras de guerra santa, vuelve nuestro pastor, el papa, a mirar la experiencia de Jesús y a proponernos su Buen Nueva: También Jesús vivió en tiempos de violencia. Él predicó incansablemente el amor incondicional de Dios que acoge y perdona, y enseñó a sus discípulos a amar a los enemigos (cf. Mt 5,44) y a poner la otra mejilla (cf. Mt 5,39). Impidió que la adúltera fuera lapidada por sus acusadores (cf. Jn 8,1-11) y cuando, la noche antes de morir, dijo a Pedro que envainara la espada (cf. Mt 26,52), Jesús trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz, mediante la cual construyó la paz y destruyó la enemistad. Y esta es la propuesta: La no violencia practicada con decisión y coherencia ha producido resultados impresionantes.La Iglesia se ha comprometido en el desarrollo de estrategias no violentas para la promoción de la paz en muchos países. La raíz de una política de no violencia nace y se vive en la familia, espacio indispensable para aprender a comunicarse, cuidarse unos a otros y superar los desacuerdos, con diálogo, respeto, misericordia y perdón. Y nos hace un llamado a todos y cada uno de nosotros: «Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla». En el 2017, comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común. «Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz».

Pidamos al Señor su bendición para este año que hoy comenzamos:  (Bendición aaronítica: Nm 6, 24-26)                                                                                 
+ El Señor los bendiga y los guarde.
+ Haga brillar su rostro sobre ustedes y les conceda su favor.
+ Vuelva su mirada sobre ustedes y les conceda la paz.
Y que Dios los bendiga en este año del Señor 2017. Así sea. Amén
                                       P. Esteban Merino Gómez, sdb.
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29 dic 2016

“Noche de Paz”     
                                                                                                                          
  24-25 de Diciembre de 2016 – NATIVIDAD DEL SEÑOR - Ciclo “A” –  San Lucas 2, 1-14; San Juan  1, 1-18


La Noche Buena y la Navidad tienen muchas expresiones, tantas como experiencias personales, de fe, familiares y culturales. El canto que más entonamos en este día es Noche de Paz. 
La paz, y la luz para saber valorarla, es el gran llamado del Profeta Isaías en esta vigilia: El pueblo que caminaba en la noche divisó una luz grande; habitaban el oscuro país de la muerte, pero fueron iluminados. Los zapatos que hacían retumbar la tierra y los mantos manchados de sangre van a ser quemados: el fuego los devorará. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; le ponen en el hombro el distintivo del rey y proclaman su nombre: «Consejero admirable, Dios fuerte, Padre que no muere, príncipe de la Paz. Paz a los hermano de Siria, de Alepo. A quienes quien celebrar la paz y la Navidad en lejanos países. Paz a todos y cada uno de nosotros. Paz a nuestros vecinos. Paz en nuestra comunidad. Paz en nuestra casa. Noche de Paz.
            Noche de paz: Que la gracia del Dios con Nosotros, Emmanuel que nace. La gracia de Dios,.. nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir con sobriedad, justicia y piedad. Para vivir la capacidad de dar y pedir perdón, rechazar toda injusticia, venganza y vivir el derecho y la justicia. De la cárcel a la ciudad. Noche de paz.
            Noche de paz: Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David. … Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. Noche de paz para todos los migrantes, que como María y José dejaron sus tierras y emprendieron un nuevo camino. Noche de paz para los hermanos haitianos que trabajan en los campos de Linares,  como Wilner, Nikenson, Paul o Mesac. Noche de paz con un pesebre de acogida en cada una de muestras casas.
            Noche de paz. ¡Qué hermosos son sobre los montes, los pasos del que trae la buena noticia, que anuncia la paz, que trae la felicidad, que anuncia la salvación, y que dice a Sión: «¡Ya reina tu Dios!» Griten de alegría, ruinas de Jerusalén, porque Dios se ha compadecido de su pueblo y ha rescatado a Jerusalén. Tiempo de alegría. De la alegría del Evangelio. De la Buena Nueva porque Dios se ha hecho cercano, uno de nosotros, Dios con nosotros, cercano, nuestro, terrestre y divino; niño y Dios. Noche de paz.
            Noche de paz. Porque nos ha hablado de forma definitiva por medio de su Hijo. En diversas ocasiones y bajo diferentes formas Dios habló a nuestros padres por medio de los profetas, hasta que en estos días, que son los últimos, nos habló a nosotros por medio del Hijo, a quien hizo destinatario de todo, ya que por él dispuso las edades del mundo. Se ha hecho Palabra y se ha hecho oídos, oídos del Padre la Misericordia, para comunicarse y comunicarnos el corazón del Padre, para enseñarnos  a hablar, a hablarnos, a escucharnos, a realizar la lectio divina, la escucha de la palabra, desde sus labios, y a lectio vitae, la lectura de la vida, de los prójimos, de las realidades y situaciones que vivimos, e iluminarlas con su Palabra, voz de Misericordia del Padre. Noche de paz.
            Noche de paz. Porque la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y ahora, con todos los hombres y mujeres de nuestra historia tenemos el desafío de hacer de nuestro tiempo, un tiempo de paz, en la justicia, en el perdón, donde todos los pueblos, razas, culturas, visiones religiosas, creemos un nuevo mundo de relaciones, con la naturaleza, entre los pueblos, en las familias, entre las personas, con nosotros mismos y con Dios. Noche de paz. Quien la da la Paz, la recibe. Quien la ofrece puede pedirla. Quien la construye la goza. ¡Feliz navidad¡
                                                                                              
                                       P. Esteban Merino Gómez, sdb.
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“Jesucristo-Emmanuel”     
                                                                                                                          
  18 de Diciembre de 2016 – Domingo 4° de Adviento                     Ciclo “A” –  San Mateo  1, 18-24




La anunciación en San Mateo, evangelio que hoy día proclamamos, no es dirigida a María sino a José, que habiendo conocido el embarazo de María, se pregunta cómo es posible esto y cómo podrá ser su esposa. Esto sucede en el entretiempo que va desde los esponsales, o compromiso de las familias para el matrimonio y el inicio de la vida matrimonial de la pareja que se iniciaba con la procesión de traslado de la novia a la casa del esposo acompañada de sus amigas, con cantos y fiesta. Este segundo momento no se había realizado entre María y José: María,… estaba comprometida con  José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió por obra del Espíritu Santo. Esta situación es la que motiva la reflexión y la decisión que José estaba a punto de tomar: José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Decisión muy humana y que estaba apoya por la ley de esos tiempos. Pero es en este momento en el que se muestra la voluntad y la propuesta de Dios y sus planes de  salvación, que José desconocía.
Va  a venir el Emmanuel, el Dios con nosotros; Jesucristo, Dios salva, pero para José, que como todo judío espera la venida del Mesías, es algo desconocido y jamás habría pasado por su mente que Dios cumpliera su promesa con su prometida, su futura esposa,  y estuviese construyendo la casa y la cuna del Mesías. Pero José, que era un hombre justo,palabras que lo definen, en su concretez y precisión. Hombre justo: el justo delante de Dios es aquél que camina en la Alianza con Dios, sabe levantar sus ojos para orar y buscar la voluntad de Señor y sabe vivir una buena relación de fraternidad, de comunidad, de cercanía con su pueblo, con  su aldea, porque junto con ellos quiere ser fiel a Dios y vivir la virtudes de la Alianza la justicia y la bondad. Esta justicia y bondad le ayuda discernir qué hacer su esposa María al no comprender lo que está sucediendo con ella.
Pero Dios actúa y se revela dándole a conocer que está involucrado en algo grande, en algo de Dios y en su plan de hacerse uno de nosotros, humanamente descendiente de  David  e Hijo de Dios. Lo transcendente de esta revelación es clarificado con sus nombres, con los nombres del nuevo niño prometido, nombres que dan a entender la misión de su vida y la razón de su existencia: Emmanuel, Dios con nosotros, Jesucristo: Dios salva. La esperanza de Israel se está haciendo realidad. Dios se ha acordado de su pueblo.
Emmanuel, Dios con nosotros, Jesucristo: Dios salva. La misión del que viene está delineada por sus nombres. Dios ya no estará lejano. Dios no nos mirará desde lejos o desde arriba. Dios asume todo lo humano y en su cercanía será uno de nosotros, de la descendencia de David, en la línea de José y María. Dios Hombre y Hombre Dios. Y su misión es la esperada para el Mesías desde todos los  tiempos. Librará a su pueblo  de todos los pecados, librará  a su pueblo de la esclavitud, de sus pecados, como Yavhé, había  hecho en Egipto liberándolos de su opresión. Dios que Salva.
Esto es lo que celebramos el nacimiento de Dios que nos salva haciéndose uno de nosotros.  Dios Emmanuel-Jesucristo. No se equivoque. Esto es la Navidad. No otra cosa. Saludos.

                                                                P. Esteban Merino Gómez, sdb.
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“Cuenten lo que ven y oyen:los ciegos.., los paralíticos.., los sordos,..los..,”      

  11 de Diciembre de 2016 – Domingo 3° de Adviento                      Ciclo “A” –  San Mateo  11, 2-11

¡Domingo de Gaudete¡ ¡Domingo de la alegría y la esperanza¡ ¡Dios está cerca¡ Se acerca la celebración del nacimiento  de Cristo, el Enmanuel, Dios con nosotros, Jeyosua, Dios que salva. Su nombre es la definición de su acción y de su presencia en la historia, para Israel, para los creyentes y para toda la humanidad.  La alegría de este domingo se funda en que Él, Dios con nosotros, Dios que salva,  ya está realizando su acción en medio nuestro y su presencia es la manifestación de su nombre en nuestra vidas.

La pregunta de Juan el Bautista, testigo, mártir encarcelado, es la motivación para que sus discípulos descubran y entiendan que el Mesías ha llagado. Y sin ningún vergüenza le preguntan al Maestro: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?.Jesús, que está en plena tarea misionera y de instauración del Reino de Dios, los invita a buscar las señales, discernir y saber valorar lo que pasa  a su alrededor y ver la presencia de Dios que pasa por la historia, por la comunidad, por la ciudad.
Los criterios para la valoración son los mismos que Isaías había puesto como signos de la presencia del Mesías. Se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparan los oídos de los sordos, entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua del mudo gritará de júbilo (Cfr Is 35, 1-6). Porque el Mesías ha llegado, el Señor está presente y Jesús se hace Dios con nosotros. La verificación son sus obras, sus acciones, su especial justicia y dones a los más pobres y sufrientes, a los marginados y excluidos, por sus propias carencias y necesidades.

“Vayan  a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven: los ciegos ven los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres”.  ¡Dios está cerca¡ ¡Dios ha llegado¡ Las acciones, las realizaciones de Jesús, Rostro de la Misericordia del Padre, hacen patente la presencia del Reino, de la Buena Nueva, que es predicada en la acción y en los beneficios que los pobres reciben y gozan.

¡Cuenten lo que ven y oyen¡ ¡Hagan  lo que hace presente al Dios con nosotros, lo que hacía Jesús¡ La mejor forma de preparar su venida, de acelerarla, de hacerla real hoy día, es continuar haciendo lo que trae la Buena Nueva y lo que alegra a los más apartados y marginados: los ciegos, los paralíticos, los sordos, los migrantes, los que viven en la calle, los niños en las casas del Sename, los cesantes, los que están solos, las mamás abandonadas, los cancerosos, los extranjeros, los… que vivan la Buena Nueva de Dios con nosotros, de Dios cercano. Pero para ello hay que hacérselo cercano, hay que acercarlo a ellos, hay que acercarles la Navidad, hay que contarles, con hechos, con cercanía, con solidaridad, con acogida, con afecto, que Dios está  a su lado, que Dios está con ellos; hay que contarles, que vean que Dios es Enmanuel y que ya se ha encarnado en la historia y para todos, para cada uno y se convierte en Noche Buena, en Dios que salva, en Dios con nosotros.

Vaya a contar a un necesitado que Dios Salva. Que ya viene. Que ya vino y es también, para él, para ella, Dios con nosotros que es la alegría del adviento, de la Navidad, de la vida. Saludos.


                     P. Esteban Merino Gómez, sdb.
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“Prepárese”     
                                                                                                                          

  04 de Diciembre de 2016 – Domingo 2° de Adviento                      Ciclo “A” –  San Mateo  3, 1-12

¡Hay que prepararse¡ Para las cosas importantes hay que prepararse. Las grandes decisiones y los grandes acontecimientos de nuestra vida los preparamos concienzudamente para que sean lo esperado, para que sean el culmen de algo con sentido, para traigan lo que hemos ansiado, para que dejen un recuerdo imborrable y permanente, dividendo nuestra vida entre un antes y un después. ¡Hay que prepararse¡

“¡Preparen en camino del Señor¡” ¡Hay que prepararse¡ ¡Viene la Navidad¡ ¡Viene el nacimiento de Cristo¡ ¡Viene el Señor¡ Lo hemos celebrado tantas veces, muchas de ellas no nos ha dejado nada, que ya nos suena a música repetida, hasta cansina, y vacía. Por eso que hay que prepararlo para que sea otra cosa; para que sea diferente; para sea lo que su nombre significa: Navidad, Nacimiento de Jesús.

Prepárese usted mismo, usted misma. ¿Qué quiere celebrar? ¿Qué celebra habitualmente en la Navidad? ¿Qué quiere celebrar este año?. ¿Cómo la celebra?. ¿Es algo familiar?; ¿Se centra en la comida o la bebida? Se da un tiempo para Ud, para una reflexión para una oración? ¿Lo celebra con su comunidad de Fe, en su parroquia? ¡Hay que preparase¡

Prepare a su familia. Los regalos, los recuerdos las felicitaciones se han convertido en una costumbre social, pero cada vez están más vacíos de los que es la Navidad: Cristo que nace entre nosotros. ¡Prepare a su familia¡. Encienda en este adviento, en una comida, en una cena, alguna de las velas de adviento, para que sepan, que sepamos, para que se pongan en preparación, en tensión, en camino: Dios viene. Lo que prepare con su familia eso es lo que vivirá.

Prepare y comparta con sus amigos y en su empresa. En muchos lugares se realiza. Muchos de estos encuentros son encuentros sociales, en los que el Señor ya no tiene lugar. Es una buena ocasión. Lleve su mensaje y compártalo con sus amigos, con sus compañeros de trabajo, con su empresa. Lo que celebramos es nuestro, es nuestra fe, es nuestra esperanza. No tenga temor de señalarlo, de reflejarlo y compartirlo, aunque no todos sean creyentes o tengan otras visiones.

Prepare su navidad con su comunidad de fe. Este domingo encienda su segunda vela de adviento. Para que esta semana, como el Bautista nos recuerda, sea una semana de conversión, de giro en su vida, de cambio, metánoia, de retomar caminos y fidelidades olvidadas, de levantar la mirada y elevarse hacia Dios.  ¡Dios viene¡ No es suficiente con considerase ya convertido, como los fariseos o saduceos, por el mero hecho de ser bautizado.

¡Prepare su Navidad¡ ¡Navidad para el mundo¡ En las ciudades, en los campos, en oriente, en occidente, en todo el mundo es Navidad.  Donde Ud. esté que se note que celebra la Navidad. Que su Navidad sea la de Jesús, la de la Fe, la de la Comunidad, la del Hijo de Dios nacido entre nosotros. Navidad en la libertad de la fe. Navidad de la dificultad y del testimonio silencioso, sin villancicos ni canciones navideñas. ¡Prepare al Navidad¡ ¡Dios viene¡ Saludos.
              

   P. Esteban Merino Gómez, sdb.
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“Tiempo de despertar”     
                                                                                                                          
  27 de Noviembre de 2016 – Domingo 1° de Adviento                      Ciclo “A” –  San Mateo  24, 37-44

Iniciamos el nuevo Año Litúrgico de la Iglesia en su Ciclo “A”. Un nuevo caminar de Adviento preparando la venida del Señor, en su nacimiento en nuestra historia, recordado en  la Solemnidad de Navidad. Es hora de ponerse en camino. Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse,… (Rom 13, 11)
Es hora de despertar en la fe. Nuestra rutina habitual; el final de año que nos acelera; las preocupaciones del final de curso de los niños; la publicidad de la navidad;… ya es hora de despertarse,… porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. Muchos cristianos católicos nos dormimos en nuestras tradiciones, nos acomodamos en lo que habitualmente hacemos, y vamos poco a poco, olvidándonos de nuestra fe, haciendo algunos gestos rutinarios y apagándonos como vela ya acabada, que no da más de sí. Nos apagamos y nos dormimos. Ya es hora de despertarse,… porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe.
¿Estamos dormidos como creyentes? El adviento es siempre una llamada de atención. ¡El Señor viene¡ Se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. La llamada está dirigida a hacer nuestras y vivir unas nuevas actitudes, porque el Señor viene, porque creo en Él, porque se  inicia un nuevo tiempo. Estén preparados. El adviento es un tiempo de cuenta atrás, de preparación, de esfuerzo para renovar la fe, pues Dios viene y nace entre nosotros.
Tiempo de desesperar porque nos están robando la Navidad. La Navidad es nuestra. Es el centro de nuestra fe, lo más distintivo y significativo: la Encarnación del Hijo de Dios, Dios hecho hombre, Enmanuel: Dios con nosotros que por este gran intercambio nos hace a nosotros Hijos de Dios. Esta es un acontecimiento, fiesta de la fe, fiesta de los creyentes, de los discípulos de Jesús, de sus seguidores. Pero nuestra sociedad, nuestra cultura, ha hecho de ella una fiesta comercial, una gran publicidad, un gran negocio. Esa  no es nuestra navidad.
Por eso que no nos roben la Navidad. Que la navidad no quede solamente en los regalos, comidas, fiestas, y se olvide del protagonista de la fiesta: Jesús que nace entre nosotros. Que no nos roben la Navidad.  Qué mejor que hacer de su Navidad, de la Navidad en familia un momento de fe y alegría; que prepare y haga sus regalos, que felicite a todos los que ama, pero especialmente, que comparta, su fe, la fe y la alegría de Jesús que nace entre nosotros y por eso los regalos, los cantos, la fiesta, las comidas, la dicha. Todo eso es porque  Dios ha nacido entre nosotros. Por eso mismo, en el Adviento, en la espera, mientras prepara, el pesebre, el belén, en su casa, hágalo con su familia, con su hijos, converse sobre los regalos que esperan, comparta sobre las posibilidades de hacer esos regalos y que no tenga que estar pagándolos medio año en detrimento de otras necesidades de la familia, por la cruel competencia que estamos generando entre los niños y los regalos que piden o esperan. . Que no nos roben la Navidad.  
 Ya es hora de despertarse,… Tiempo de alerta y preparación espiritual y de renovación de la fe. Encienda su vela en este adviento en su casa. Comienza la espera. ¡Buen Adviento¡ ¡El Señor viene¡. Saludos.
                          

P. Esteban Merino Gómez, sdb.


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